EXPOSICIÓN VIRTUAL (XVIII) HOUSTON, AQUÍ BASE TRANQUILIDAD. EL AGUILA HA ATERRIZADO

Los módulos de mando y servicio fotografiados desde el LEM poco después de desacoplarse para aterrizar en la luna. Credit: NASA.
El descenso del módulo lunar fue dramático, hasta los segundos finales. Al acercarse a la superficie, Armstrong y Aldrin se dieron cuenta de que la zona elegida para el aterrizaje tenía rocas bastante grandes, “tan grandes como automóviles”- diría Armstrong a su regreso- que no se habían visto en las fotos obtenidas por las naves no tripuladas que habían cartografiado la superficie.
La explicación es que la resolución máxima de las cámaras había captado rocas de hasta 15 metros, pero no las inferiores a ese tamaño que hubieran puesto en serio riesgo la misión en caso de aterrizar en el punto elegido.
Neil Armstrong, desconectando el sistema de aterrizaje automático, pilotó el “Eagle” (Águila), buscando una superficie adecuada. Con menos de 30 segundos de combustible se produjo el contacto con la luna y el comandante pronunció la frase que titula este post.
Este video recoge algunos de aquellos históricos momentos.