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SPUTNIK I. EL SATÉLITE QUE LE QUITÓ EL SUEÑO AL PRESIDENTE NORTEAMERICANO

4 octubre, 2012

Un técnico soviético trabajando en el Sputnik I. Credit: NASA

Dwight D. Eisenhower dejó de dormir tranquilo un día como hoy de 1957. Hace 55 años los soviéticos daban comienzo a la era espacial poniendo en órbita al Sputnik I, el primer satélite artificial de la tierra.

Aquella esfera a presión con cuatro antenas, hecha de aluminio, pesaba 83,6 kilos y fue lanzada al espacio a las 22:28:34 (hora de Moscú), desde el cosmódromo de Baikonur (hoy en la República de Kazajistán).

Aunque sus principales misiones eran probar la capacidad soviética de colocar un satélite artificial en la órbita de la Tierra, proporcionar información sobre la densidad de la atmósfera, el funcionamiento del sistema de comunicaciones por radio y los métodos ópticos de rastreo orbital, determinar los efectos de la propagación de ondas electromagnéticas a pesar de tener a la atmósfera como pantalla y comprobar los principios de presurización usada sobre los satélites, a nadie se le escapaba entonces el profundo componente político-militar de aquel hecho.

El Sputnik alcanzó órbitas de entre 228 y 947 kilómetros sobre la superficie de la tierra, y Eisenhower  llegó a decir que le preocupaba pensar que cuando durmiera habría una nave soviética dando vueltas por encima de su cabeza, así que los norteamericanos no tardaron en crear la NASA.

Dos bloques enfrentados: Soviéticos y norteamericanos luchando por conquistar el espacio. Maqueta del Sputnik I en la exposición «NASA: La Aventura del Espacio». Credit: ACTIVATUNEURONA

Consecuencia de la guerra

Como en otros aspectos de los inicios de la carrera espacial, este también, fue producto de la guerra. Los soviéticos no habían desarrollado tanto como los norteamericanos la tecnología nuclear, por lo que sus bombas eran mucho más pesadas que las occidentales, así que tuvieron que fabricar cohetes con una capacidad mayor que los norteamericanos. La consecuencia de la peor tecnología militar fue que los cohetes rusos eran capaces de poner cargas de mayor peso en el espacio o de llegar más lejos con cargas más pequeñas.

El Sputnik fue lanzado en un cohete Vostok modificado de tres etapas, pero el cohete vector no era otro que el primer misil balístico intercontinental soviético, el SS-6, bautizado por la NATO como R-7.

El espacio exterior se abría de par en par a la tecnología comunista un 4 de octubre de 1957.

Aunque el Sputnik I retornó a la Tierra el 4 de enero de 1958, el cine le ha hecho seguir dando vueltas a nuestro planeta, como en esta curiosa escena de Wall-E.

Fotograma de la película Wall-E con el Sputnik-I al lado del robot protagonista. Credit: http://findingmickey.squarespace.com

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