La culpa es del meteorólogo
Si llueve o si hace sol; si nieva; si hay niebla; si los vientos son huracanados o completamente nulos; si las temperaturas son más bajas o altas de lo previsto; si el cielo cae sobre nuestras cabezas o si está completamente despejado, la culpa siempre será del mensajero, es decir, del meteorólogo. Y si hiela, también.
De eso es de lo que debió autoconvencerse el concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de San Sebastián, Jon Albizu, antes de convocar una rueda de prensa el pasado día 31, para explicar por qué los albergues municipales de su ciudad estaban cerrados, mientras los de Cáritas no daban abasto para acoger a todas las personas sin techo que querían refugiarse de las heladas que se registraban en las calles.
Porque ese fue precisamente el argumento. Que después de 10 años usando el servicio de Aemet «apenas ha habido fallos, aunque está claro que en estas dos últimas noches no han acertado con las previsiones”, dijo el concejal.
Y falló. Dos noches seguidas. La del 29, y la del 30 de diciembre. Esas noches, tuvieron que pasarlas en las calles, quienes no tienen dónde vivir, con temperaturas bajo cero “porque falló la previsión del tiempo de las 14:00 de Aemet”.
En ese parte meteorológico se basa el ayuntamiento de San Sebastián para poner en marcha el Servicio de Puertas Abiertas, destinado a personas sin hogar, situado en el número 3 del paseo de Mons, donde se habilitan salas y camas, cuando las previsiones meteorológicas advierten de temperaturas por debajo de un grado bajo cero.
Quizá sea porque el concejal no ha parado de escuchar desde hace días, ¡Oh Blanca Navidad!, y por eso ha pensado que las heladas mañaneras de los vehículos se deben precisamente a que es navidad, y no a que las temperaturas sean tan bajas que hacen que el rocío nocturno se vuelva solido…o porque tiene la suerte de tener un garaje en el que dejar su coche, o porque ni siquiera se ha fijado en los de sus vecinos camino de su trabajo, pero el caso es que aún no tiene claro si «se trata de pedir perdón o de ofrecer un mejor servicio«.
Eso sí, Albizu ha afirmado que va a «aprender» de esta experiencia y ha añadido que los protocolos «no pueden ser excusa para no ofrecer los servicios«.
Me pregunto si se notará mucha diferencia entre dormir en la calle a un grado bajo cero, o a cero, o a un grado positivo. Quizá la existencia del protocolo sea el problema.